miércoles, 19 de junio de 2013

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UN VIEJO DE ÑEQUE
(Narración Otuzcana)
En las décadas de 1920 al 1940, don Nicolas Araujo fue el único talabartero en el ciudad de Otuzco, era alto, blanco, mas delgado que grueso, sus contemporáneos le pusieron de apodo “coche Nicolas”, hacia los frenos y bridas, las monturas y estribos con adornos de plata que lucían los cabellos de paso, también foetes y bastones con empuñaduras de plata, fue el único pierolista de Otuzco, caminaba por las calles moviendo en su mano un foete.
Los recreos de los escolares de ese entonces desataba la fuga para ir a las calles a jugar, las chapas, las bolas, aceros, chanos, ñuñas al “coshco”, coleccionando las “tiranchas” para ser el ganador, emitiéndose frases disonantes y de mal gusto, se acaloraba mas el ambiente al sumarse la competencia de los trompos de rompe y raja, no faltaba los muchachos mas fuertes, insolentes y pendencieros que al grito de “la patria es pobre”, barrían todo lo que encontraban.
Hasta 1929 guardaban el orden publico los gendarmes “los azules”, con quepis afrancesados, polainas negras, y portando un largo sable. Los custodios del orden, ni los profesores pudieron cortar las palomilladas de los muchacho descritos anteriormente, Don Nicolas Araujo que recorría las calles otuzcanas por las mañanas o por las tardes, si encontraba una niña que se había hecho la vaca, la sermoneaba, llevándola a su casa le decía que la próxima vez “le haría probar su chocolate” si era un niño lo cogía del cuellos , y si no saludo, o no le dio la vereda le enseñaba las reglas de urbanidad y cortesía, luego le preguntaba que estaba haciendo en la calle en hora de clase, si el niño le decía la verdad, lo felicitaba y acompañaba a la escuela; pero si constataba que le estaba mintiendo o si lo encontró jugando en la calle le daba un sendo foetazo para que no se olvide del “coche Nicolas” y nunca de su “chocolate”.
Se hizo tan popular que cuando los niño no querían hacer un trabajo o no querían comer, los padres les decían: “Ahora llamamos al coche Nicolas”.

Don Nicolas Araujo fue un hombre que colaboro con la escuela y la familia otuzcana, jugando el papel importante con la niñez y la juventud, mediante la tarea de ayudar al control social de nuestra querida ciudad.

1 comentarios:

Unknown dijo...

don Nicolas Araujo, un ejemplo para todos nosotros

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